CONTEMPLEMOS AL BUENO Y HONRADO.
Demócrates, filósofo griego, decía sin vacilación: “Todo está permitido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de mofa”.
Este severo diagnóstico de Demócrates rompe esquemas éticos y nos advierte que debemos tender a construir y valorar al “hombre bueno y honrado”, verdadero objeto de la moral.
El problema surge cuando la sociedad eleva a las más altas cimas del éxito y de prestigio social a personas “moralmente peligrosas”.