Martín Luther king quería convencer a los que acudieron a escucharle de la necesidad actuar y comprometerse. Muchas veces había escuchado a su alrededor, como una letanía inútil: "Pero yo... ¿qué puedo hacer?". Aquel día mandó apagar las luces del lugar en el que estaban. Cuando ya estaban todos a oscuras preguntó: "¿Alguno podría ayudar a iluminarnos?".
Todos permanecieron en silencio.... Sacó su mechero y lo encendió: "¿Veis esta luz?".
Respondieron afirmativamente...... y volvió a preguntarles: "¿Nos sirve
para algo?". Nuevamente el silencio..."Sacad cada uno vuestro
encendedor y, cuando os dé la señal, encendedlo". Entonces, todo el lugar
se iluminó.
En el mundo hay muchas cosas que están mal y que deberían cambiar, pero, con la excusa de “yo no puedo cambiar el mundo”, no hacemos nada.
Tú puedes ayudar cono tu compromiso para que mejore tu familia, tu grupo de trabajo, tus amigos, tu pueblo, tu entorno.
Si lo haces estás contribuyendo para que también mejore el
mundo.
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